Estimado lector,
Cada vez que te pones al volante, asumes una gran responsabilidad. La carretera está llena de peligros potenciales y el más mínimo error puede tener consecuencias mortales. Un momento de distracción, un error de criterio o una falta de mantenimiento del vehículo pueden costarte todo: tu seguridad, tu salud e incluso tu vida. Pero no tiene por qué ser así. Si te mantienes alerta, conduces a la defensiva y te aseguras de que tu coche esté en óptimas condiciones, puedes protegerte a ti mismo y a tus pasajeros de lo inesperado. Hablemos de los sencillos pasos que puedes seguir para evitar errores mortales y asegurarte de llegar a casa sano y salvo.
Estar constantemente alerta
Cuando estás al volante, tu vida y la de tus pasajeros están en juego. Cada momento exige tu máxima atención, porque el más mínimo descuido puede tener consecuencias irreversibles.
Imagínate esto: estás conduciendo por la carretera a 56 kilómetros por hora y tu teléfono vibra. Es solo un vistazo rápido, ¿verdad? Pero en esa fracción de segundo, todo puede cambiar. A 56 kilómetros por hora, estás recorriendo unos 15 metros por segundo. Eso significa que 15 metros de carretera, tráfico y posibles peligros desaparecen en un abrir y cerrar de ojos.
Ahora, piensa en lo rápido que pueden suceder las cosas. Un niño que corre tras una pelota por la calle, un coche que frena de repente delante de ti o un ciclista que se tambalea hacia tu carril: son peligros que pueden aparecer de la nada. Si no tienes los ojos puestos en la carretera, aunque sea por un segundo, es posible que no los veas hasta que sea demasiado tarde. Tu coche podría recorrer la longitud de una cancha de baloncesto antes de que te des cuenta de lo que está sucediendo. Ese momento de distracción (una simple mirada a tu teléfono) podría significar la diferencia entre llegar a casa sano y salvo o ser parte de una tragedia.
Ahora, a esto hay que sumarle una discapacidad. Ya sea alcohol, medicamentos recetados o puro agotamiento, cualquier cosa que adormezca sus sentidos puede convertir su vehículo en un arma mortal. Es su deber y el de sus seres queridos mantenerse alerta, alerta y en pleno control.
Mantenga su vehículo
Su automóvil está diseñado para ser un compañero seguro y confiable en la carretera, pero eso solo es cierto si se le da el mantenimiento adecuado. Imagínese lo siguiente: está conduciendo por la autopista, todo parece estar bien y, de repente, fallan los frenos o se revienta un neumático. En ese instante, pierde el control de la situación. Un vehículo bien mantenido es su primera y más importante línea de defensa contra el desastre. No es negociable: todos los componentes, desde los frenos hasta las luces intermitentes, deben funcionar perfectamente para garantizar su seguridad y la de sus pasajeros.
Conducir defensivamente
La velocidad mata, y conducir demasiado cerca de otro vehículo es una forma segura de provocar un desastre. En lugar de eso, adopte una conducción defensiva. Dé a esos enormes camiones el espacio que exigen y esté siempre atento a los motociclistas que pueden aparecer de la nada.
Si sigue estos principios, las probabilidades estarán a su favor, pero la dura realidad es la siguiente: ni siquiera los conductores más cautelosos pueden controlar la imprudencia de los demás. Imagínese lo siguiente: está detenido en un semáforo en rojo y, de repente, un conductor distraído lo choca por detrás. O está conduciendo al lado de un camión en mal estado cuando, de repente, se revienta un neumático y entra en una espiral de caos. En esos momentos, está a merced del destino.
Si se encuentra en una situación como esta, debe tomar medidas. Una colisión puede dejarlo físicamente herido y vulnerable económicamente. Llame a mi oficina al 703-761-4343 o al 301-949-1515.
Hasta la próxima, conduzca con cuidado, mantenga la vista en la carretera y recuerde: enviar mensajes de texto puede esperar, pero su seguridad no.
Atentamente,
Paul Samakow
El abogado Paul Samakow
703-761-4343 o 301-949-1515