Querido lector,
Con gran pesar escribo esto hoy. Recientemente, multitudes de dolientes se reunieron en un area de Chicago para llorar la muerte de Wadea Al- Fayoume , un niño de 6 años que fue brutalmente asesinado en un crimen de odio. El incidente ha provocado indignación y dolor en toda la comunidad y en todo el mundo, y algunos miembros de la comunidad atribuyen el incidente a la ira por la guerra entre Israel y Hamás.
En la vigilia celebrada por el joven Wadea , un representante de la Administración del presidente Biden pronunció una declaración destinada a transmitir el compromiso de la administración en la lucha contra el odio y la discriminación. Sin embargo, sin darse cuenta, añadió más leña al fuego, aumentando el ya tenso estado de ánimo de los asistentes, varios de los cuales comenzaron a gritar y tuvieron que ser escoltados fuera.
Finalmente, la multitud se volvió a conectar con el motivo por el que estaban allí: para honrar la vida y el potencial perdido de un niño inocente asesinado a causa del odio. Se guardó un momento de silencio. Se dijo una oración y, durante unos momentos, una comunidad dividida se unió para reconocer que nadie debería sufrir el destino impulsado por el odio que le tocó al joven Wadea .
Esta desgarradora historia es un claro recordatorio de que los crímenes de odio continúan afectando a nuestras comunidades. Los crímenes de odio son manifestaciones de una mentalidad tóxica que se pudre en la mente de quienes los cometen. Estos actos de violencia tienen sus raíces en los prejuicios, el miedo y la ira. Los perpetradores de crímenes de odio a menudo se radicalizan por creencias e ideologías extremas, que los empujan a cometer actos de violencia contra cualquier persona que consideren diferente.
Como comunidad, no podemos tolerar esto. El odio y la violencia no resuelven nada. En lugar de ello, debemos esforzarnos por lograr la comprensión, la empatía y el diálogo pacífico. Ésta es la única manera de resolver nuestras diferencias y encontrar puntos en común.
He visto las devastadoras consecuencias de los crímenes de odio y el daño que infligen a las personas y a la comunidad circundante. Mi corazón está con la familia del joven Wadea y con todos los afectados por esta tragedia.
En su honor, reflexionemos sobre cómo podemos alentar y luchar por un mundo donde la comprensión y la aceptación prevalezcan sobre el odio y la violencia.
Es mi esperanza para usted y nuestra comunidad que coexistamos pacíficamente. Pero si usted, o alguien que le importa, alguna vez se ve obligado a vivir algo como esto, le recomiendo que busque asesoramiento legal. Los culpables deben rendir cuentas.
Por último, si usted o un ser querido alguna vez resulta herido o muere debido a un acto violento o negligente, comuníquese con mi oficina. Estaré aquí para ayudar en todo lo que podamos.
Llame al 703-761-4343 o al 301-949-1515.
Atentamente,
Pablo Samakow
Abogado Paul Samakow