Estimado lector,
Imagínate esto: estás conduciendo hacia el trabajo, por la misma ruta que has tomado cientos de veces antes. La mañana es tranquila, el tráfico es ligero y todo parece ir sobre ruedas, hasta que de repente, tu coche empieza a dar volteretas. Agarras el volante con fuerza, con el corazón acelerado mientras intentas controlar el vehículo. No responde como debería. Te invade el pánico. Conmocionado pero ileso, consigues detenerte y te das cuenta de que algo debe andar mal con tu coche. Más tarde, después de que un mecánico lo revise, descubres que el sistema de dirección tiene un defecto, un defecto del que no tenías forma de saberlo hasta que casi provocó un accidente grave.
Esta situación no es solo una pesadilla, es una realidad para muchos conductores. Lo que es más aterrador es que muchas personas no se dan cuenta de que conducen con una bomba de tiempo potencial bajo el capó. Ya sea un airbag defectuoso, frenos defectuosos o un motor que se para de repente, estos peligros ocultos pueden convertir un viaje normal en una situación potencialmente mortal en un abrir y cerrar de ojos.
Ahora, piense en esto: si su automóvil de repente se comporta de manera extraña, debe preguntarse si se trata de un incidente aislado o de un problema que afectará a miles de vehículos como el suyo. De repente, su accidente no es solo un susto personal, sino una posible crisis de seguridad pública. Aquí es donde entra en juego el poder de su voz y por eso es tan importante informar sobre cualquier defecto sospechoso a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA).
La NHTSA es la encargada de responsabilizar a los fabricantes cuando un vehículo presenta un defecto que supone un riesgo para los conductores y los pasajeros. Pero la NHTSA no puede hacerlo sola: depende de los informes de conductores como usted para identificar estos defectos peligrosos.
Entonces, ¿qué debe hacer si sospecha que algo anda mal con su vehículo? En primer lugar, no lo ignore. Ya sea un ruido extraño, una pérdida repentina de control o una función de seguridad que no funciona correctamente, tómelo en serio. Haga que un profesional revise su vehículo y, si confirma que hay un problema (o incluso si no puede encontrar la fuente pero aún así está preocupado), infórmelo a la NHTSA.
Presentar una queja es fácil. Puede hacerlo en línea a través del sitio web de la NHTSA, por teléfono o incluso por correo postal. Cuando presente una queja, se le solicitará que proporcione detalles sobre su vehículo, el problema que está experimentando y cualquier incidente que haya ocurrido como resultado. Una vez que se envía su queja, la NHTSA la agrega a una base de datos pública.
¿Por qué debería tomarse el tiempo para hacer esto? Porque su queja podría ser la clave para prevenir una tragedia. Si la NHTSA recibe múltiples informes sobre el mismo problema, esto puede indicar un patrón: un defecto que es un problema generalizado que debe abordarse. Esto podría llevar a la NHTSA a abrir una investigación.
Las investigaciones son una parte importante del proceso de la NHTSA. Una vez que se inicia una investigación, la agencia revisará a fondo las quejas y otra información relevante para determinar si existe un defecto relacionado con la seguridad que justifique una acción. Se trata de un proceso meticuloso, pero que puede dar lugar a retiradas de vehículos que salven vidas.
Los retiros son el último paso del proceso y son muy importantes. Un retiro significa que se le ha ordenado al fabricante que solucione el problema, ya sea reparando el defecto, reemplazando la pieza, ofreciendo un reembolso o, en casos excepcionales, comprando nuevamente el vehículo.
Ahora bien, hay algo que quizás no sepa: la mayoría de los retiros de vehículos los inician los propios fabricantes, a menudo antes de que intervenga la NHTSA. Esto significa que su queja podría ser el catalizador que impulse a un fabricante a tomar medidas de forma voluntaria y reparar el defecto antes de que provoque un incidente más grave.
Por lo tanto, si sospecha que hay un defecto, no espere a que alguien más lo informe. Su acción podría ser la diferencia entre la vida y la muerte de otro conductor en la carretera. Y si se pregunta si vale la pena el esfuerzo, considere lo siguiente: la NHTSA recibe miles de quejas cada año, y muchas de ellas conducen directamente a investigaciones y retiradas de vehículos que hacen que nuestras carreteras sean más seguras.
Ahora, supongamos que ya ha sucedido lo peor. Usted o un ser querido ha resultado herido debido a un defecto en su vehículo. Tal vez se trató de una falla en los frenos que provocó una colisión o de un airbag que no se desplegó en un accidente. ¿Qué haría a continuación?
En primer lugar, informe del defecto a la NHTSA. Si sufrió lesiones, debe tomar medidas inmediatas para proteger sus derechos. Aquí es donde entra en juego mi oficina. He visto de primera mano el impacto devastador que los defectos de los vehículos pueden tener en las personas y las familias. Conozco las tácticas que utilizan los fabricantes y las compañías de seguros para minimizar su responsabilidad y estoy aquí para luchar por usted.
Si usted o un ser querido ha resultado herido debido a un supuesto defecto del vehículo, llame a mi oficina al 703-761-4343 | 301-949-1515. Realizaremos una investigación exhaustiva, revisaremos su caso y determinaremos el mejor curso de acción, ya sea negociar un acuerdo justo o llevar su caso a los tribunales.
Hasta la próxima, manténgase alerta, conduzca con cuidado y sepa que si alguna vez necesita ayuda, mi oficina está a solo una llamada de distancia.
Atentamente,
Paul Samakow
Paul Samakow
Paul Samakow703-761-4343 | 301-949-1515